DIARIO DEL CURSO 2020-21
Viernes 30 de noviembre
Al despertarme esta mañana estaba algo nerviosa porque hoy, en el cole, estamos de celebración y sabía que me iba a esperar una mañana muy entretenida. Es el día de la "Castanyada".
Tras el desayuno y mis rutinas diarias de aseo, he ido a mi habitación a vestirme con la ropa, que ayer por la tarde busqué en el baúl de las grandes ocasiones. Camisa, falda de campana, un delantal, la toquilla y un pañuelo para la cabeza han sido mis atuendos. ¡Estaba guapísima!
Al salir de mi habitación, ¡menuda sorpresa me he llevado! Allí, en medio el pasillo me he encontrado a mi hermano. Al verlo me he echado a reír sin control. No podía parar. Verlo con ese pantalón de pana, con esa camisa de cuadros, un pañuelo en la cabeza y un bastón ha sido un momento único.
A él, no le ha hecho tanta gracia porque se ha ido corriendo a contarle a mamá que me burlaba de cómo iba vestido y me he ganado la primera regañina de la mañana.
Antes de salir de casa, mi madre no ha podido resistirse y nos ha hecho una foto a mi hermano y a mí para inmortalizar el momento. ¡Qué poco me gustan las fotos! Pero bueno hay que hacerlas, todo sea por una buena causa.
Tras la foto nos hemos puesto la mascarilla, nuestro nuevo accesorio y... ¡al cole!
Mi madre ha entrado por la puerta de la "Plaza del minero" a llevar a mi hermano a la fila de Infantil y yo por la puerta principal de Primaria para ponerme en la fila de mi grupo.
- ¡Buenos días!, parece que hoy los castañeros y castañeras han dejado sus puestos de venta y han venido al colegio -les he dicho a mis amigos.
Todos se han reído mucho con mi comentario y lo han hecho más, cuando al sonar la música por megafonía han salido los maestros y maestras vestidos igual que nosotros.
Hemos ido entrando y nos hemos dirigido a nuestras respectivas aulas donde hemos empezado con las actividades de celebración de la "Castañada".
El otoño es una de mis estaciones preferidas. Me gusta porque las hojas de los árboles se tiñen de unos colores preciosos: marrón, naranja, rojo... y el paisaje es muy diferente al del resto del año. A veces, cuando voy de paseo por el campo me paro a observar lo que hay a mi alrededor y sentir ese olor a humedad de esta época. Por eso, cuando hace unos días mi tutora me pidió que llevase hojas secas al colegio me puse muy contenta, porque sería la excusa perfecta para ir de excursión por el bosque.
No sabía que íbamos a hacer con ellas, pero de momento recogerlas me hizo pasar un rato agradable y me permitió estar un rato con mi familia haciendo algo especial.
Durante la excursión mi padre preguntaba:
-¿Para qué quieres las hojas?¿Qué vais a hacer?
- Un poco de paciencia papá- le respondí yo- la maestra nos ha dicho que es una sorpresa.
Mi espera ha valido la pena porque hoy lo he descubierto. Las hojas que recogimos son el lienzo sobre el que vamos a pintar. ¡Nunca lo hubiera pensado!.
Y... ahora ¿qué pinto yo en la hoja? Piensa, piensa, me decía a mí misma.
He visto que un compañero ha pintado una flor en la hoja, otro una mariposa, otro un paisaje, otra amiga ha pintado la hoja como si fuese el cuerpo del elefante Elmer con cuadritos... Cada uno le ha dado su toque personal.
Yo al final he recordado la excursión en la que recogí hojas y he pintado un paisaje. No es por exagerar, pero nos han quedado unas hojas preciosas.
Mientras pintaba la mía, me preguntaba:
- ¿Me la podré llevar a casa? ¿Las pondremos en la clase? ¿Se la podré regalar a mi amiga?
Justo en ese momento la profesora dice:
- Pintarlas bien bonitas porque van a servir para ponerlas en el árbol que hay en la entrada de la puerta principal. Cada mañana al entrar será una de las primeras cosas que veáis. Así que...¡sacar vuestra creatividad y a pintar....!
Estaba tan concentrada pintando que he tardado en darme cuenta que mis amigos tenían una risa un poco pícara. Al levantar la cabeza han empezado a reír más y yo no sabía por qué, hasta que mi profe me ha dicho ves al baño y mírate en el espejo.
¡Cómo no se iban a reír! me he manchado la nariz de rojo, sin querer. Parecía un payaso.
Después hemos almorzado y hemos salido un rato al patio. Este año es un poco especial salimos en dos turnos y cada grupo tiene asignado un espacio y un tiempo. Es un poco triste porque sólo nos podemos relacionar con los chicos y chicas de nuestra clase. Pero prefiero esto a estar en casa sin ver a mis amigos y sin ir al cole. Además las maestras de música han preparado un repertorio de canciones de otoño que hemos podido escuchar y también bailar durante el patio.
La actividad que nos quedaba, para las últimas sesiones de la mañana, todavía ha sido más divertida: los juegos de mesa. Pero han sido unos juegos de mesa diferentes, estaban contextualizados con elementos del otoño.
Tres en raya
de hojas y bellotas Parchís de hojas
Memory otoñal Serpientes y escaleras
He ganado en casi todos los juegos. Mis amigos no se lo podían creer y yo he disfrutado al máximo. Puedo decir, que los juegos de mesa del otoño han sido todo un éxito para mí.
La mañana se me ha pasado muy deprisa tanto que sin darme cuenta, ya he oído la canción que marca la hora de salida. Así que he ayudado a recoger y me he despedido hasta el martes 3.
Al encontrarme con mi hermano me ha enseñado la marioneta de "La Castanyera" que han hecho en Infantil y me ha dicho que Marieta "La Castanyera" ha pasado por su clase a contarles una historia muy graciosa que le pasó recogiendo castañas en el bosque. Ya me extrañaba a mí que Marieta no viniese este año a vernos. Sus castañas calientes, su canción y los panellets no pueden faltar en esta fiesta.
¡FELIZ CASTAÑADA A TODOS/AS!
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