viernes, 10 de enero de 2014

PLANETA KRIPOT


PLANETA KRIPOT

 

25 de junio de 2456.

 

Hola, bienvenidos a mi humilde lanzadera espacial. Hoy nos sumergiremos en una de las mayores experiencias que hayas vivido jamás.

Iremos por el universo en busca de una nueva galaxia con mis ayudantes robots Bit y Bot.

Ellos pilotaran mientras nosotros disfrutamos de la experiencia del viaje. Como todos sabemos, iremos a la velocidad de la luz durante 2 horas y luego a 1200 todo el viaje.

Abrochaos los cinturones que comienza la cuenta atrás.

 

En ese momento estaba nervioso porque era la primera vez que iba en una nave espacial y era todo rarísimo. Perdón, aun no me presentado, soy Jake. Un estudiante de la universidad de Manhattan. Cuando comenzó la cuenta atrás vi pasar mi vida por delante porque cada vez estaba más nervioso. Bueno haya vamos… 3-2-1 ¡Ignición!

 

Cuando exploto el explosivo del motor hizo un ruido terrible y nadie creía que sobreviviría.

Después de que pasáramos la atmosfera comenzó a ir más y más deprisa y al final te tirabas para detrás porque no podías ni levantar la cabeza. Me dormí un rato y me desperté en un sitio desconocido por completo. Había muchísimos residuos y planetas de color verde, y muchísimos más soles de los que había en el sistema solar.

Cuando todos estábamos tranquilizados, oyeron un sonido muy extraño que venía del motor.

Todos se extrañaron al oírlo y se asustaron, el comandante comenzó a hablar por el micrófono de la nave. Dijo que unos de los motores se había parado y que tardarían un día en arreglarlo. Todos se asustaron todavía más porque notaron un impulso en la nave, el capitán balbuceo de los nervios y nos comunico que la gravedad de un planeta nos estaba atrayendo, comencemos a caer en picado y la nave comenzó a arder. Cuando impactamos en el planeta una especie de alienígenas muy raros comenzaron a agruparse alrededor de la nave impactada contra un suelo bastante blando para ser suelo.

Cuando salimos de la nave todos los alienígenas nos miraban con caras raras y muy sospechosas, repentinamente me cogieron a mí y me comenzaron a interrogar, ¡hablaban nuestro idioma! Todos nos sorprendimos mucho…

Después nos dimos cuenta de que eran muy amables y nos comenzaron a ofrecer cosas y ayuda medicinaría.

Todos se hicieron amigos y cada uno se fue a la casa de un alienígena, me toco ir a casa de un alienígena llamado Tisho. Era muy simpático y tenia los mismos gustos que yo, también estudiaba en una universidad de su planeta.

Tenía un nombre muy raro para ser una universidad.

Ellos nos arreglaron el motor y el casco de la nave. Fueron muy amables y la visita fue estupenda, así que si queréis explorar mundo, aquí estaré.                                                                                                        

Joel Borbón  (6º de Primaria)

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