Crónica de una jornada inolvidable en Alquézar

En el día de hoy hemos vivido una experiencia única en el corazón del Somontano, visitando el encantador pueblo de Alquézar, una joya del patrimonio aragonés que nos ha acogido con toda su magia, historia y belleza natural.

Nuestra jornada ha comenzado con una ruta interpretada por las calles empedradas del casco antiguo, donde hemos tenido la oportunidad de conocer un poco más sobre la rica historia de Alquézar, sus orígenes medievales, su papel defensivo en tiempos de la Reconquista, y las tradiciones e historias que aún hoy parecen susurrar entre los muros de sus casas y su majestuosa colegiata.

A continuación, nos hemos sumergido en una aventura de pistas y orientación con el juego “El Exconjurador de Alquézar”, una dinámica lúdica que nos ha invitado a cuestionar antiguas creencias populares y a descubrir, a través del juego, cómo la razón y el conocimiento pueden iluminar lo que antes parecía inexplicable. Una actividad que ha despertado la curiosidad y la reflexión, y que, sin duda, ha unido al grupo en torno al misterio y la diversión.

Después del juego, nos hemos adentrado en uno de los parajes más espectaculares de la zona: la ruta de las pasarelas del río Vero. Caminando entre paredes de roca y senderos suspendidos sobre el agua, hemos podido admirar la belleza del entorno natural, la fuerza del río y la armonía que ofrece este rincón privilegiado del Pirineo.

Hemos tenido la oportunidad de poder parar a comer en plena naturaleza y darnos un refrescante baño en el río, que ha traído risas y momentos de auténtico disfrute compartido.

Hoy nos llevamos en el corazón no solo paisajes y aprendizajes, sino también vivencias que quedarán grabadas como un bonito recuerdo colectivo. Gracias, Alquézar, por regalarnos este día lleno de emoción, conocimiento y conexión con la historia, la naturaleza y con nosotros mismos.