Esta semana os dejamos un corto que se llevó el premio Goya 2013 al mejor trabajo de animación. En él,un vendedor ambulante llega al pueblo ofreciendo una extraordinaria mercancía: hacer realidad los sueños de sus habitantes, eso sí, por una módica cantidad. Sin embargo, los lugareños no tienen tiempo para fantasear, más ocupados en sus quehaceres. Ganarse la vida haciendo feliz a la gente debería ser una tarea fácil, sin embargo, hay veces que las cosas no son lo que parecen y entonces todo se complica.
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