miércoles, 18 de junio de 2025

¡UNA MAÑANA MÁGICA CON CUENTOS Y MÚSICA!

¡Qué manera tan fantástica de cerrar el curso hemos tenido esta mañana en nuestro cole! Mª Isabel,  la profesora de música y tutora de 1º de primaria nos ha regalado una serie de experiencias inolvidables, donde la música y los cuentos se han unido para deleitar a todo el alumnado.

En el aula polivalente, convertida en un escenario de fantasía, hemos celebrado una actividad muy especial de fin de curso, diseñada no solo para pasarlo genial, sino también para fomentar la competencia lingüística a través de la magia de las historias.

Nuestra profe ha preparado actividades adaptadas a cada edad, ¡y el resultado ha sido espectacular!

  • Para los más peques de Educación Infantil y 1º de Primaria, nos hemos zambullido en la tierna historia de "La ovejita que vino a cenar". La música ha acompañado cada paso de esta aventura, haciendo que los niños y niñas se sumergieran por completo en el relato.





  • El alumnado de 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria ha disfrutado de un apasionante cuentacuentos: "TARO". La narrativa ha cobrado vida con melodías que han realzado cada emoción y cada giro de la trama. La sorpresa ha sido una cautivadora presentación musical con acordeón. La música nos ha transportado a otros mundos, demostrando cómo un instrumento puede ser un narrador de historias en sí mismo.









La importancia de la música en los cuentos es inmensa. No solo añade una capa de emoción y ambiente, sino que también ayuda a la comprensión, la memorización y estimula la imaginación. La música puede hacernos sentir la tensión, la alegría, la tristeza o el asombro de los personajes, creando una conexión mucho más profunda con la historia. ¡Y eso es precisamente lo que hemos vivido!



Todos y cada uno de los asistentes han salido de la biblioteca con una sonrisa de oreja a oreja. Ha sido una mañana llena de magia, aprendizaje y, sobre todo, muchísima diversión.

 ¡Felicidades a nuestra profe por esta iniciativa tan bonita!

 

SEMBRANDO LECTORES, COSECHANDO MUNDOS: NUESTRO APADRINAMIENTO LECTOR

El fin de curso siempre trae consigo una mezcla de emociones: la alegría de las vacaciones que se acercan, el cierre de un ciclo, y la última oportunidad de disfrutar de nuestras rutinas escolares. Pero en nuestro centro, la última semana de clases significa también la vuelta de una de nuestras actividades más especiales y esperadas: el “Apadrinamiento Lector”.


En la primera sesión de la mañana nuestro patio se ha transformado en un hervidero de historias. Niños y niñas de diferentes edades se han encontrado para compartir la magia de la lectura. Verlos ha sido verdadero espectáculo: los hemos encontrado bajo la sombra de los pinos, sentados en las mesas de picnic, acurrucados en el patio de infantil, o incluso improvisando un rincón de lectura debajo de los árboles y junto al tobogán. Cada espacio, por pequeño que sea, se ha convertido en un universo particular donde las palabras han cobrado vida. Es fascinante observar cómo se sumergen en la lectura, algunos con la concentración absoluta del lector voraz, otros señalando las ilustraciones, y los más pequeños escuchando atentamente, con los ojos bien abiertos, el relato de sus padrinos.















Esta actividad, que ya se ha consolidado como una cita anual ineludible en nuestro calendario escolar, no es casualidad. El “Apadrinamiento Lector” está totalmente en línea con una de nuestras principales apuestas por la innovación educativa: el desarrollo de la competencia lingüística. Creemos firmemente que fomentar el amor por la lectura desde edades tempranas es fundamental para que nuestro alumnado adquiera fluidez, vocabulario y, en definitiva, las herramientas necesarias para expresarse y comprender el mundo que les rodea.







Lo más bonito del “Apadrinamiento Lector” es cómo se entrelazan el tono formal y el informal en esta experiencia. Por un lado, abordamos un objetivo pedagógico serio y bien definido: la mejora de la lectura y la expresión. Por otro, la actividad se desarrolla de una manera tan orgánica y natural que parece un juego. Los alumnos y alumnas mayores guían a los más pequeños y pequeñas con paciencia y cariño, creando un vínculo que trasciende las páginas del libro. Es una lección de compañerismo, empatía y, por supuesto, de cómo el poder de las palabras puede transportarnos a otros lugares, épocas y realidades.






Ver a nuestros chicos y chicas tan entusiasmados con la lectura, creando sus propios rincones mágicos en cada esquina del colegio, nos llena de orgullo y nos reafirma en que este tipo de iniciativas son las que realmente marcan la diferencia. Porque, al final, lo importante no es solo lo que leen, sino cómo esa lectura les abre un mundo de posibilidades, tanto a los que leen como a los que escuchan.